Cuenta la leyenda que en uno de sus muchos viajes alrededor del mundo, el abuelo McCarthy’s llegó a nuestras tierras, trayendo consigo toda la tradición y magia de la vieja Irlanda, su espíritu aventurero lo impulsó a recrear su hogar y a establecerse de manera definitiva en compañía de sus queridos duendes que nunca lo abandonaron, creando así un lugar donde la música, las cervezas y los buenos momentos eran parte de cada noche.
El abuelo McCarthy’s contagió con su calidez y afabilidad a los lugareños, quienes visitaban su casa y compartían con él cada día una celebración diferente, así se fue forjando la historia de este mágico lugar, que dejó recuerdos imborrables, aún después de la partida del querido abuelo McCarthy’s.
Años después las historias de las travesías llegaron a oídos de todos quienes habitaban el lugar dónde el abuelo había vivido antes, despertando en todos curiosidad y ganas de saber que había sido de aquel hombre impulsivo y aventurero, entre los más interesados se encontraba su nieto Arthur, quien se llenó el corazón de valor con esas historias, y despertó en su espíritu el afán de seguir los pasos de su abuelo, así a la primera oportunidad se hizo a la mar en pesquisa del rastro de esa leyenda que ya era su abuelo, después de mucho andar y buscar, encontró un lugar dónde pudo sentir una serena presencia, la magia parecía habitar, la madera respiraba y pudo ver claramente que estaba en el lugar indicado, que sin duda su abuelo había morado ahí en algún momento, gente conocía bien la historia le aseguraron que estaba en el lugar correcto, y al escuchar las historias se propuso dar vida de nuevo a la tradición.
Así bajo el apellido del hombre que lo impulsó, fundó un lugar, dónde los duendes regresaron, donde la magia se vive de nuevo cada noche, donde se celebran fiestas, tradiciones y abunda la buena suerte irlandesa, imprimiendo un nuevo sello a la casa del abuelo, ya que el gusto de Arthur es la buena música de rock, misma que suena cada noche y hace vibrar los corazones de todos quienes lo visitan, así se encendió una flama inextinguible de pasión por la vida, por la música y los amigos. Arthur agradece a todos por hacer de este lugar su lugar y acompañarlo cada noche a vivir una experiencia inolvidable para todos. Así McCarthy’s Irish Pub se ha vuelto un hogar en dónde los duendes hacen de las suyas cada noche, donde las pintas de cerveza están invariablemente llenas, la música suena, la noche es siempre joven y todos cantan bajo el lema de “Let’s Rock…”